Los días que determinan el comienzo de las estaciones del año solar siempre han señalado fechas muy significativas desde el punto de vista ritual y festivo.

Todas las Tradiciones los celebraron a través de dramas litúrgicos que hablaban de la renovación de la energía vital de la Tierra y el Cosmos.

El ritual del Fuego Nuevo es una renovación del Pacto Solar consciente entre el ser humano y el SER, a través de la asunción de responsabilidad de los Iniciados Reales a trabajar para el desarrollo de la Conciencia en todos los planos, al servicio de la vida y de la evolución.

Encendiendo un Fuego en el momento de la subida del Sol, los Iniciados recuerdan a sí mismos y a la humanidad que la Luz circula en todo y en cada lugar, que todo es Sacro y que la separación del Ser es una ilusión.

En nuestro sistema solar, la circulación de la luz, según el modelo geocéntrico, se realiza a través del movimiento aparente del Sol, la estrella que funciona como un Hermano Mayor respecto a los demás cuerpos celestes.

Este 22 de Junio, se celebró la renovación del Fuego Nuevo en el ashram de Umécuaro, con la participación de los miembros de la Suprema Orden del Aquarius (SOA) de la Zona Centro-Norte de México.